miércoles, 14 de octubre de 2009

Sigo, a mi modo.

Estas sentado, comodo, tranquilo... Respiras muy profundamente y ya no piensas en el futuro, porque sabes que no hay remedio, piensas en que será de ti cuando salgas por la puerta.
La felicidad sigue hay, no se va, pero si que se decolora. Entiendes que todo lo que a pasado a sido culpa tuya, todo el futuro, y que si estas así es por culpa de tu personalidad, de aver sido un cabrón cuando en verdad eres una persona buenisima. Te gusta que todo el mundo se lo pase bien, se ria, se divierta, no te gusta para nada ver a alguien llorar por una estupidez... siempre sabes dar consejos a la gente que lo necesita. Pero...¿Y cuándo los necesitas tu?¿Cómo te das autoconsejos? Sabes que has echo una cosa mal, no has demostrado lo que tenías que demostrar, y ves que por delante tuyo te a pasado una oportunidad increible y ya no puedes hacer nada para solucionarlo. Aquí ya no sirven "sms", "msn", "correos"...no. Quieres llamarla, pero ese miedo que te da al escuchar su voz, es lo que te hace saber que no es solo una amiga, que es más, y no sabes el que. Ese es problema, y el miedo a demostrarle que la quieres y perderla. Sin embargo, todos en esta vida alguna vez hemos sido "cabrones".

3 comentarios:

  1. muy boonito joose ... me encanta!!:)

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  2. Somos esclavos de esconder el corazón y de ponernos barreras a los sentimientos...

    preguntales a aquellos que les das consejos si los hacen servir... queremos escuchar, queremos que nos digan lo que queremos oir, pero nunca llega y entonces te escondes detrás de el alcance de saber algo de.

    No... no has sido cabrón, no has sabido dar nombre a lo que sentías ;)

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